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Sergio Bergman

Sergio Bergman, nació en Buenos Aires en 1962, está casado y tiene cuatro hijos. Es egresado de la facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires, pero realizó distintos postgrados en universidades del exterior: Master en Educación, graduado Suma Cum Laude, en la Universidad Hebrea de Jerusalén; Master en Literatura Rabínica en el Hebrew Union College; y Master en Estudios Judaicos en el Jewish Theological Seminary.

Es conocido por sus libros y debates en conjunto con el cardenal Jorge Bergoglio y por su respaldo, en algún momento, a la Coalición Cívica de Elisa Carrió. Aunque esta vez, durante su vivita a Mendoza, estuvo acompañado por personas cercanas al vicepresidente Julio Cobos.

El religioso fue uno de los fundadores y miembro de Memoria Activa, instalándose como un referente social en el reclamo de justicia.

Su particular diccionario

Bombero loco: Eduardo Duhalde

Madre Superiora: Elisa Carrió

Radicalismo arqueológico: UCR ortodoxa

Rabino jesuita: Jorge Bergoglio

Cardenal Anarco pseudo progresismo totalitario: Gobierno de los Kirchner

El ingeniero: Mauricio Macri

Rabino free lance de la Iglesia Católica: Sergio Bergman, autocalificación


Definiciones sobre la Argentina actual

Pero no sólo nutre su propio repertorio con sobrenombres, sino con filosas definiciones sobre la realidad argentina, como éstas:

• Yo creo que la redención de la república es cívica. Política y poder no son malas palabras. Puede haber malos usos de esas palabras. Nuestra crisis es cívica, política y cultural.

• Doscientos años después sería bueno que veamos los temas de coyuntura como emergentes, como síntomas y no que nos embarremos en ellos.

• El hambre no se resuelve con caridad, sino con las herramientas que tiene el Estado.

• Tenemos riqueza para que cada argentino tenga la dignidad del pan, pero ese dinero no está auditado.

• Los argentinos confundimos la lógica del tener con la de ser. Nosotros queremos ser Argentina, no tener Argentina.

• Voto: uno al voto no lo larga, lo sostiene. Uno mete el voto y alguien lo agarra.

• En la Argentina no hay política, hay marketing electoral. No se vota lo mejor sino al menos peor; no hay debate de ideas, sino peleas interpersonales.

• Hablamos de República y de valores pero queremos un Jefe, alguien que mande, alguien que someta o negocie con las mafias sindicales que de alguna manera cogobiernan, haciendo populismo, algo que no tiene nada que ver con lo popular. El populismo es meter a todo el mundo en una masa amorfa en donde hay alguien que induce.

• ¿Vamos hacia Venezuela? O vamos desde donde nosotros somos, hacia Brasil y Chile, y hasta diría, Uruguay.

• No se puede confundir a Perón con Nerón. No hay que discutir los temas viejos, como sindicalismo, peronismo, radicalismo, etc. Cuando digo el tema mafias sindicales, digo: lo que se habla con Moyano o con Clarín, no hace falta hablarlo con Néstor.

• La República es el remedio: hace el trabajo que hay que hacer. Desarticula las mafias sindicales y premia a los buenos sindicalistas; a los empresarios que invierten y realizan los acompaña, pero no los hace socios. Ojalá tuviera un poder judicial capaz de analizar información y pruebas y dar un veredicto.

· Política y poder no son malas palabras. Esta es la Argentina de los márgenes: cada vez hay más gente afuera.

· La pobreza puede ser digna; pero acá hay miseria y la miseria es inequidad. Se resuelve con políticas de Estado y no con caridad.

· Cada uno de los argentinos debería firmar el Preámbulo de la Constitución nacional ante escribano público.

Y para el final:
Adivinanza de Bergman: ¿Cuando uno tiene un Frente para la Victoria, qué tiene? Un Frente para la Victoria, para ganar a cualquier costo. Lo que tenemos es un frente sólo para eso. Es un tema psicopático; no es política.


Yo a Sergio, lo voto. Vos?


http://www.mdzol.com/mdz/nota/92043

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