Es conocido por sus libros y debates en conjunto con el cardenal Jorge Bergoglio y por su respaldo, en algún momento, a la Coalición Cívica de Elisa Carrió. Aunque esta vez, durante su vivita a Mendoza, estuvo acompañado por personas cercanas al vicepresidente Julio Cobos.
El religioso fue uno de los fundadores y miembro de Memoria Activa, instalándose como un referente social en el reclamo de justicia.
Su particular diccionario
Bombero loco: Eduardo Duhalde
Madre Superiora: Elisa Carrió
Radicalismo arqueológico: UCR ortodoxa
Rabino jesuita: Jorge Bergoglio
Cardenal Anarco pseudo progresismo totalitario: Gobierno de los Kirchner
El ingeniero: Mauricio Macri
Rabino free lance de
Pero no sólo nutre su propio repertorio con sobrenombres, sino con filosas definiciones sobre la realidad argentina, como éstas:
• Yo creo que la redención de la república es cívica. Política y poder no son malas palabras. Puede haber malos usos de esas palabras. Nuestra crisis es cívica, política y cultural.
• Doscientos años después sería bueno que veamos los temas de coyuntura como emergentes, como síntomas y no que nos embarremos en ellos.
• El hambre no se resuelve con caridad, sino con las herramientas que tiene el Estado.
• Tenemos riqueza para que cada argentino tenga la dignidad del pan, pero ese dinero no está auditado.
• Los argentinos confundimos la lógica del tener con la de ser. Nosotros queremos ser Argentina, no tener Argentina.
• Voto: uno al voto no lo larga, lo sostiene. Uno mete el voto y alguien lo agarra.
• En la Argentina no hay política, hay marketing electoral. No se vota lo mejor sino al menos peor; no hay debate de ideas, sino peleas interpersonales.
• Hablamos de República y de valores pero queremos un Jefe, alguien que mande, alguien que someta o negocie con las mafias sindicales que de alguna manera cogobiernan, haciendo populismo, algo que no tiene nada que ver con lo popular. El populismo es meter a todo el mundo en una masa amorfa en donde hay alguien que induce.
• ¿Vamos hacia Venezuela? O vamos desde donde nosotros somos, hacia Brasil y Chile, y hasta diría, Uruguay.
• No se puede confundir a Perón con Nerón. No hay que discutir los temas viejos, como sindicalismo, peronismo, radicalismo, etc. Cuando digo el tema mafias sindicales, digo: lo que se habla con Moyano o con Clarín, no hace falta hablarlo con Néstor.
• La República es el remedio: hace el trabajo que hay que hacer. Desarticula las mafias sindicales y premia a los buenos sindicalistas; a los empresarios que invierten y realizan los acompaña, pero no los hace socios. Ojalá tuviera un poder judicial capaz de analizar información y pruebas y dar un veredicto.
· Política y poder no son malas palabras. Esta es la Argentina de los márgenes: cada vez hay más gente afuera.
· La pobreza puede ser digna; pero acá hay miseria y la miseria es inequidad. Se resuelve con políticas de Estado y no con caridad.
· Cada uno de los argentinos debería firmar el Preámbulo de la Constitución nacional ante escribano público.
Y para el final:
Adivinanza de Bergman: ¿Cuando uno tiene un Frente para la Victoria, qué tiene? Un Frente para la Victoria, para ganar a cualquier costo. Lo que tenemos es un frente sólo para eso. Es un tema psicopático; no es política.
Yo a Sergio, lo voto. Vos?
http://www.mdzol.com/mdz/nota/92043
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