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El país donde siempre ganan los malos

Por Santiago Bilinkis

La Argentina está muy mal ubicada en los rankings internacionales de corrupción. De acuerdo a Transparency International estamos en la posición 109 a nivel mundial, cayendo respecto del año anterior y con un score de 2,9 sobre 10. Como comparación, nuestros vecinos más cercanos, Uruguay y Chile comparten el puesto 23 con 6,9. ¿Qué será lo que nos hace ser un pueblo más corrupto?

En mi opinión, la respuesta es simple: Uno obtiene de las personas aquello que reconoce y premia, no aquello que condena y castiga.

En un acto que asegura que sigamos por muchos años más hundidos en el fondo de la tabla entre los países más corruptos del mundo, el gobierno argentino acaba de presentar un proyecto de ley para premiar a todos los que evadieron impuestos, generaron dinero malhabido y/o desarrollaron actividades ilegales en los últimos años en la Argentina.

De este modo, todo el dinero de la corrupción política (incluido el de todos los gobiernos anteriores a éste), todos los ingresos de negocios como el juego clandestino o la prostitución organizada, mágicamente y mediante el pago de 1% de impuesto se convierte en dinero blanco y lícito. No sólo eso, todos los delitos correspondientes quedarán impunes y las causas penales por evasión que se hayan iniciado quedarán anuladas.

Mientras tanto, todas las personas que trabajamos honestamente todos estos años, vimos y vemos descontado de nuestro sueldo o las ganancias de las empresas un porcentaje que llega hasta el 35%.

Cuando alguien desarrolla un negocio que genera alguna ganancia siempre tiene que preguntarse si va a pagar los impuestos que corresponden. Toda la gente que optó por pagar recibe hoy el mensaje de que en Argentina ser trabajador y ser honesto es sinónimo de ser un IMBECIL.

La gente mayor seguramente ya lo sabía. Muchos de ellos fueron "piolas" y no pagaron y se ven hoy reconocidos y confirman "lo clara que la tienen". Ahora muchos de los emprendedores de mi generación y todos los más jóvenes estaremos aprendiendo y tomando nota. La Argentina premia al que evade, al que desarrolla negocios ilegales, al que corrompe o es corrompido. La Argentina castiga a quien hace las cosas bien. Los que reciben coimas, hacen negocios ilegales o evaden no van presos, blanquean su plata casi sin costo y viven felices por siempre. ¿La próxima querremos ser los buenos o los malos? ¿Los imbéciles o los "piolas"?

Hace unos años atrás leí un editorial de Guillermo Jaim Etcheverry que se llamaba "¿Quién dijo que los chicos no entienden lo que leen?" (no pude encontrarlo online para linkearlo) donde él discutía acerca de un informe técnico que hablaba de la baja tasa de comprensión de la lectura por los adolescentes. Allí él argumentaba que los chicos entienden perfectamente. Sólo que leen entre líneas al punto que ven claro que lo que la sociedad valora y aprecia es que tengas un físico atractivo y patines sobre hielo, no que sepas comprender un texto. Y actúan por los valores que la sociedad tácitamente les transmite, no por la hipocresía de hacerles creer que este país aprecia la cultura.

El diario Clarín de ayer decía que el 77,3% de la población apoya el paquete de medidas. Igual que con la jubilacion, nadie está en la calle protestando. En la medida en que los propios Argentinos no veamos esto claro seremos siempre un país condenado. Sólo dejaremos de ser uno de los pueblos más corruptos del planeta cuando empecemos a premiar la honestidad y el cumplimiento de la ley, no al que delinque y evade. Si esta ley se aprueba, una vez más, Argentina será el país donde siempre ganan los malos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, disculpa la molestia, sucede que he creado una fuerza de choque virtual y se me ha olvidado decirte que eres uno de mis soldados...

Saludos cordiales.

ADENOZ dijo...

Que se yo, pibe.
Yo me cuelgo de la luz, del cable y tengo una conexión clandestina para el agua (la que saco con una bomba que está prohibida).
No garpo impuestos y espero las moratorias. Tengo un Plan Trabajar de 150 mangos (algo es algo) que me consiguió una amiga.
Estoy en el Veraz, en la Cámara de Comercio y en Interpol. Así y todo, las empresas me dan crédito y me tratan de "usted".
No estoy entre los giles que garpan todo y verdaderamente me importa un carajo si los rankings nos dan mal en corrupción. El país nunca se va a fundir y yo seguiré a flote, como siempre.
Eso si, no me verán llorar si a algún facho le va para el orto.
En fin, no te olvidés de garpar Ganancias, loco, que mis hijos ya están en la Universidad pública y las paredes se vienen abajo.
Contamos con tu aporte.
Un besito.

Ah, Viva Perón!